El tratamiento con éxito de un aneurisma roto de injerto venoso mediante cirugía endovascular, hasta el momento, requería una cirugía más agresiva y con mayor morbilidad

El procedimiento quirúrgico ha sido llevado a cabo por el cirujano cardiovascular José Francisco Valderrama Marcos y el radiólogo vascular Alberto Martín Palanca, pertenecientes a la Unidad de Cirugía Cardiovascular e Intervencionista del mencionado hospital.

Han dado a conocer que algunas personas presentan dilataciones de vasos sanguíneos -más conocidos como aneurismas- a distintos niveles, fruto de una enfermedad degenerativa en la pared arterial, y que requieren cirugía abierta o endovascular mediante la interposición de injertos o colocación de endoprótesis

Con el tiempo estos injertos pueden complicarse, a veces, de manera inesperada derivando incluso en cuadros de cierto peligro para la vida del paciente, han advertido, detallando que en el caso de esta intervención el paciente era un hombre de 71 años, ya intervenido previamente de diferentes aneurismas, y que en esta ocasión sufrió la rotura de una vena, la safena interna, que ya había sido empleada hace unos años como injerto para tratar un aneurisma arterial situado detrás de la rodilla.

«Cuando se rompe súbitamente ese injerto venoso, la sangre sale bruscamente produciendo un hematoma muy importante que pone en riesgo la supervivencia de la pierna, llegando a comprometer incluso la vida del paciente», han detallado. Por esta razón, «la rápida actuación de los facultativos es vital», ha destacado Valderrama Marcos.

Así, han detallado que la intervención consistió en colocar una prótesis auto expandible o stent, recubierta en su interior por un tejido fabricado con Gore-Tex, una membrana con características especiales que la hacen adecuada para su implante en los vasos sanguíneos.

Dicha prótesis está concebida para el tratamiento de la estenosis (estrechamiento) de las arterias y se colocó a través de la arteria femoral mediante disección quirúrgica, vía endovascular y bajo visión fluoroscópica. Al mismo tiempo, se reparó un aneurisma que el paciente presentaba en esa arteria.

«La característica diferenciadora de esta operación radica en que el stent fue implantado en el interior de una vena, en una patología muy poco frecuente como es la rotura de un aneurisma venoso de un injerto de vena safena», han destacado, señalando que este tipo de prótesis se había usado hasta ahora para tratar arterias que presentaban estenosis o estrechamientos que producen dificultad para el paso de sangre.

«En este caso es todo lo contrario: una dilatación, no un estrechamiento, y una vena, no una arteria», ha apostillado el doctor Valderrama Marcos quien recientemente ha presentado este caso en el Congreso Nacional de la Sociedad Española de Cirugía Torácica-Cardiovascular.

Ver artículo original en: www.20minutos.es

Fotografía: VITHAS