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Dr. Fernando Hornero: «Debemos adaptar el MIR a lo que necesita Cirugía Cardiovascular»

Reproducimos por su interés la entrevista que publicó Diario Médico; realizada al doctor Fernando Hornero, presidente de la Sociedad Española de Cirugía Torácica-Cardiovascular:

Fernando Hornero, jefe de los servicios de Cirugía Cardiovascular de los hospitales Clínico Universitario y Politécnico y Universitario La Fe, ambos en Valencia, ha sido elegido presidente de la Sociedad Española de Cirugía Torácica-Cardiovascular (Sectcv) tras su XXV Congreso Nacional, celebrado en Murcia. Hornero, que ocupará dos años este cargo y otros cuatro de past president en la Fundación Cirugía y Corazón, defiende que hay que reducir a la mitad el número de plazas MIR para adaptarse a las necesidades reales de la especialidad y seguir actualizando su formación de calidad, entre otros aspectos.

Según señala Hornero, “la especialidad de Cirugía Cardiovascular tiene casi 60 años de historia en nuestro país y la sociedad, constituida en 1967, ha ido adaptándose con el devenir de los años a las necesidades de nuestro entorno, con esfuerzo y apuestas de vanguardia”, remarcando que “siempre ha tenido como núcleo de su trabajo al paciente y como empuje la prestación de una asistencia de calidad al profesional”.

En este escenario de adaptación a las necesidades del sistema, Hornero ha reclamado que se analice “el excesivo” número de plazas MIR de la especialidad: “En 2017, había 110 residentes de Cirugía Cardiovascular en total, finalizando un promedio de 22 MIR por año, oferta que supera según nuestras estimaciones en un 50 por ciento la necesidad real. Actualmente es la especialidad quirúrgica con más paro en España, con un 23 por ciento”.

La Sectcv, a través de la Comisión Nacional de la Especialidad, solicita cada año reducir la oferta de plazas MIR -de las 24 que han propuesto las autonomías para la convocatoria 2018-2019 a no más de 12– “para así poder garantizar una correcta formación, actualizada al nivel de complejidad de nuestras técnicas, y adecuar la oferta de profesionales a los realmente necesarios”.

Respecto a la situación en las autonomías, Hornero destaca que “sólo en el País Vasco se necesitarán más especialistas de los que forma, frente a las autonomías que más forman, Madrid y Andalucía, que necesitan tan sólo el 42 y el 37 por ciento, respectivamente, de sus especialistas formados”.

Equilibrio en los servicios

A pesar de estas variaciones entre la propuesta de las autonomías y las de la comisión, cree que la organización asistencial territorial está equilibrada en cuanto al número de servicios de Cirugía Cardiovascular, “no habiendo necesidad de aumentarlos”. Para Hornero, sólo en unas pocas comunidades autónomas existe un exceso de servicios quirúrgicos. En cualquier caso, “la estrategia debe de estar orientada a aumentar su actividad asistencial quirúrgica, lo que favorece la calidad y es un factor importante en el control de los costes económicos”.

En concreto, apunta Hornero, “el número de procedimientos mayores que realiza un servicio no debe de ser inferior a 600 casos por centro al año; y en cirugía de cardiopatías congénitas complejas, no inferior a 250 casos anuales. Un cirujano debería realizar un mínimo de 70 operaciones mayores al año”.

Dentro del ámbito formativo, el presidente ha apostado por una actualización del programa de formación oficial de la especialidad, que data de 1996: “La especialidad avanza en conocimiento, técnicas y tecnología y, con ello, cambia la forma de tratar a nuestros pacientes. Por ello, está plenamente justificada la revisión de dicho programa, adecuándolo a los estándares de calidad que nuestra especialidad necesita, a las nuevas técnicas desarrolladas en nuestro campo, a los programas formativos de los países de nuestro entorno, así como atendiendo a las necesidades reales de especialistas en nuestro sistema sanitario”.

La Comisión Nacional de la Especialidad de Cirugía Cardiovascular, con el apoyo de la sociedad científica, ha trabajado en el nuevo programa formativo que, a día de hoy, ya está aprobado por el Consejo Nacional de Especialidades, pendiente de los últimos trámites del Ministerio de Sanidad y de la aprobación definitiva en la Comisión de Recursos Humanos del SNS.

En los últimos años, la sociedad ha observado dos hechos demográficos relevantes. Por un lado, el incremento de la presencia de la mujer a la especialidad: “En 15 años, hemos pasado del 5 al actual 27 por ciento de cirujanas, con una previsión esperada de crecimiento anual del 1,5 por ciento”. Para el nuevo presidente, la mujeres han aportado una perspectiva distinta y más enriquecedora en la forma de organizar el trabajo, en el establecimiento de las dinámicas de equipo y, en definitiva, “un modelo más actual y acorde con la realidad que vivimos”, y todo ello repercutiendo favorablemente “en la productividad y la efectividad asistencial médica”.

Relevo generacional

Por otro lado, Hornero apunta que también se ha producido un importante relevo generacional, que se manifiesta no sólo por una importante disminución en la edad media de los componentes de los servicios quirúrgicos, sino además, por la juventud de sus nuevos responsables. “La sociedad trabaja por la integración de los jóvenes en el liderazgo de todas sus actividades, en apoyar su formación y dar participación adecuada dentro de nuestra sociedad científica”, ha comentado.

Cirugía endovascular y poco invasiva

El envejecimiento de  la población plantea nuevos retos quirúrgicos en un sistema sanitario que ha de ser sostenible y la Cirugía Cardiovascular evoluciona  hacia el tratamiento endovascular y a una cirugía mínimamente invasiva, apunta Hornero. “La Sectcv organiza y promociona formación acreditada, como instrumento de calidad asistencial, en áreas de alta capacitación quirúrgica, como por ejemplo, la cirugía de las cardiopatías congénitas complejas, la asistencia mecánica circulatoria, la cirugía endovascular cardíaca, etc., que permita al profesional la adquisición gradual de las competencias suficientes en la atención integral de los pacientes con enfermedades cardiovasculares”, explica. Y todo ello dentro de equipos multidisciplinares implicados en la prevención, diagnóstico y en el tratamiento más adecuado.

Actividad quirúrgica

Los datos del registro nacional de la sociedad muestran que la actividad quirúrgica ha aumentado un 15,4 por ciento en la última década. En ciertas áreas la cirugía cardíaca que se hace en España destaca a nivel europeo, como en el trasplante cardíaco (6,6 trasplantes por millón de habitantes frente 3,5 de Europa), pero el volumen total es bajo: en 2016, se realizaron 478 procedimientos por millón de habitantes, inferior a la de otros países europeos del entorno, donde las cifras oscilan entre 800-1.300. “Esta es una realidad que debemos desarrollar con la Administración y las sociedades  implicadas, en especial Cardiología”.

 

 

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